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Tras la I Guerra Mundial el mundo cambio en muchos aspectos y uno de ellos fue en la situación geográfica. En el Tratado de Versalles firmado en París en 1919, Alemania se vio obligada a cederle Alsacia y Lorena a Francia y como garantía del pagamiento tuvo que aceptar la ocupación de Sarre. También perdió territorios en el leste, Prusia Oriental quedaba aislada del resto del país por el corredor de Danzing, que le proporcionaba a Polonia una nueva salida hacía el Báltico. En Europa surgieron algunos nuevos estados como Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (que más tarde fue bautizado como Yugoslavia) y Hungría.